24.4.12

¿De qué me hablás?

Últimamente me pregunto a quién quiero engañar. Qué quiero demostrar creando ese escudo, esa película de muchacha que se ha vuelto fuerte a las patadas. Anhelo un futuro tan idealizado que queda ahí, en mi imaginación. ¿En qué estaba pensando cuando pretendía llevarme el mundo por delante si no puedo con un vientito ínfimo? Si no puedo ni con el prólogo de mi vida. 
Lo único que aprendí en esta caída libre fue que uno nunca va a ser capaz de sentir y entender por completo lo que el otro le diga. Ni con la más grande empatía. Porque hay zapatos que no se despegan nunca del cuerpo que los lleva. Nunca. Y hay momentos, hay heridas y sobretodo hay memorias que quedan tatuadas en el cuerpo con la más dolorosa tinta. 
Con la misma facilidad con la que levanto el fuerte para salvar lo mío, éste se desmorona. Ojalá se desmoronara así mi miedo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario